En el día de ayer renunció Luis Caputo a la Presidencia del Banco Central de la República Argentina.
Pero antes de abordar específicamente este punto, es importante analizar ¿quién es? y ¿de dónde viene “Toto”?. Luis Andrés “Toto” Caputo se desempeñó como Secretario de Finanzas (2015-2016) y luego de la renuncia de Alfonso Prat Gay, como Ministro de Finanzas (2017-2018), pero antes de convertirse en un “hombre de Estado”, Toto, fue jefe de Trading para América Latina del JP Morgan entre 1994 y 1998, y el mismo cargo eximió para Europa del Este y América Latina en el Deutsche Bank, entre 1998 y 2003. Lo que se dice, un hombre de los mercados. Para nosotros, un hombre de la “renta financiera”.
Hace casi un mes, cuando arrancaba la crisis cambiaria vimos cómo los grupos oligopólicos (empresas multinacionales tipo Shell) que envían remesas al exterior, entraron en conflicto con los pooles de siembra y otros exportadores (como Cargil) y que los Grupos de la renta financiera (como Jp Morgan) reaccionaron con miedo. Es decir, los intereses de Aranguren y Marcos Peña se pelearon con los intereses de Etchevehere, y los intereses de Caputo se asustaron.
Hoy, esa interna en el bloque de poder sumó una nueva víctima, el “Toto”. Pasa que Caputo había convencido en mayo, cuando aún era secretario de Finanzas, a un puñado de poderosos fondos de inversión -entre los que se destacan Templeton y BlackRock- de poner dólares frescos para comprar deuda bajo la garantía de que el billete verde frenaría. Ahora están enojados. La divisa no sólo NO paró, sino que explotó y los hizo perder unos USD 3 mil millones en unos pocos meses en Argentina.
En este contexto es que Caputo “se corta solo” y se pelea con los técnicos del FMI, tratando de frenar el dólar, perdiendo unos 14.000 millones de dólares del Banco Central para que sus amigos no siguieran perdiendo dinero. El FMI no busca un programa monetario de estabilización cambiaria y solo le interesa un programa que le permita el repago de la deuda Argentina. En buen criollo, sólo le interesa recuperar el capital y los intereses de la Deuda y no está dispuesto a financiar la renta especulativa de los amigos de Caputo.
¿Esto significa que EL FONDO o CAPUTO son los buenos? NO. Esto significa que es una interna en el seno del establishment, y que mientras ellos discuten quién gana y quién pierde, lo único que queda claro es quién va a PAGAR LA DEUDA, y esos somos NOSOTROS, los ciudadanos argentinos, con ajuste, aumento de tarifas, reducción de la inversión social, menos salud, menos educación y menos trabajo.
Pos data: tomaron deuda a 100 años. Es por eso que, para poder cerrar el acuerdo con el FMI era imprescindible el apartamiento de Caputo del Banco Central, dado que ya no era un hombre de confianza para el Fondo.
Por lo tanto, cuestionarse si Caputo renunció o lo echaron, o si lo hizo en un buen o mal momento es hacerse las preguntas equivocadas. Lo que debemos interrogarnos es: ¿Cómo hacemos para construir un espacio político que no nos obligue a decidir de qué lado de los poderosos estamos sino que nos invite a soñar un país para todos los argentinos, con salud, trabajo, justicia y educación?
Lo que uno tiene claro hoy por hoy es que estos no son los efectos no deseados de un modelo acertado, sino las consecuencias previsibles de un modelo económico excluyente.
Por suerte en Santa fe hay UN ESTADO PRESENTE, a eso tenemos que apuntar en lo nacional.