La Reforma Universitaria fue un movimiento de proyección latinoamericana para democratizar la universidad que se inició con una rebelión estudiantil en la Universidad Nacional de Córdoba. Su fecha simbólica es el 15 de junio de 1918.
Para nosotros es un deber recordar este hecho histórico así como también defender sus postulados de libertad y democracia para las próximas generaciones, más en estos días en que los herederos del reformismo, paradójicamente, se han asociado a un gobierno neoliberal.
Aquella Revolución de los Estudiantes, como lo definiera Joaquín V. González, fue un grito de libertad que pretendió poner en jaque a una Universidad cerrada, elitista y oscurantista que terminó interpelando generacionalmente a toda América.
Entendemos que las políticas educativas que se vienen dando, tales como el cierre de carreras y la precarización de los derechos de los trabajadores de la educación atentan contra la educación pública.
Con el fin de recordar la historia detrás de la lucha y debatir la vigencia de los principios que enarboló la Reforma Universitaria; organizamos junto a la Asociación Civil ´Foro Santafesino´ y el concejal Sergio “Checho” Basile, una charla debate que contó con la disertación del Dr. en Historia e Investigador, Miguel Ángel de Marco.
Entrados en materia el Dr. De Marco remarcó: “Hoy las universidades, acordes con los nuevos tiempos, han vuelto a ser el refugio de aquellos pocos que han saltado a los escasos botes salvavidas de la debacle económica y que son los más férreos defensores de la dependencia cultural, aliada al poder financiero internacional”.
A su turno, el concejal Sergio Basile manifestó que “los reformistas marcaron un camino a continuar y si bien las cosas han cambiado notablemente desde 1918, el espíritu de la gesta reformista debe ser encarado con el mismo compromiso, vocación y valentía”.
En su declaración, Basile dejó en claro que “para enfrentarnos a los desafíos que nos plantea un mundo donde el valor del conocimiento crece, a la vez que pocos tienen la posibilidad de acceder al mismo, no evocamos la Reforma Universitaria como un llamado al pasado, sino desde el convencimiento de que las utopías perduran y se regeneran”.