Si se puede prevenir… no es accidente
La seguridad vial y su contraparte, los accidentes de tráfico son un tema cotidiano, lamentablemente porque ocupan un lugar importante como causa de muerte en nuestro país. Sin embargo hay muchas iniciativas que se proponen revertir esto. Y creo que es posible hacerlo.
Esta exposición la hice durante las 3º Jornadas de Prevención de Accidentes organizadas por el Comité Prevención de Accidentes de la Sociedad de Pediatría de Rosario.
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Ante todo, muchas gracias por la invitación. Muy honrado por poder compartir con ustedes este espacio que estimo de inmenso valor para nuestra comunidad. Lo primero que me interesa destacar es lo acertado del nombre de estas Jornadas: “Si se puede prevenir… no es accidente”. Y podemos prevenir…
Un texto de la OPS que tuve oportunidad de leer hace unos días me interesó mucho por la claridad con que dice que estos mal dichos accidentes son en gran medida prevenibles por lo que constituyen un problema causado por el ser humano y por lo tanto puede analizarse y corregirse. El mismo texto es el que propone que hablemos de “choque”. Y esto no es una discusión ligera, bien lo saben ustedes, puesto que nos introduce en el centro de la escena y nos invita a pensar en un
diseño a medida de las personas y no de los automóviles particulares. Desde esta perspectiva entonces es que decimos que múltiples son las causas de lo que actualmente estamos viviendo en esta materia. Y por lo tanto múltiples tienen que ser las estrategias y las acciones.
No es una tarea sencilla y cuando uno toma una fotografía de la realidad actual el horizonte parece alejarse a pasos agigantados, la meta parece inalcanzable. Necesitamos poner en marcha nuestras mejores ideas. Necesitamos continuar profundizando las instancias y los esfuerzos de coordinación.
No es sencillo abordar lo complejo, bien sabemos. Pero, me permito decirlo, soy optimista. Mi formación, mis creencias, mi educación, me fuerzan a serlo. Pero también lo soy por lo que veo en instancias como estas y en el hecho de que cada vez me encuentro con más actores decididos a lograr este cambio cultural profundo.
Coincido plenamente con los que sostienen que debemos profundizar nuestro conocimiento de las causas. Me refiero a que, y permítanme dar algun ejemplo. Sabemos que el aumento del parque automotor presenta dificultades y exige inversión en infraestructura, pero eso sólo no explica las estadísticas que tenemos. Estadísticas del año pasado dicen que en más del 70% de los casos el estado de las vías donde se produjeron accidentes con víctimas fatales era bueno.
Las mismas estadísticas dicen que la relación de víctimas fatales con respecto al parque automotor disminuyó en casi un 8%. Sabrán interpretarme ustedes. Claro que el Estado debe continuar mejorando la infraestructura. Pero no está allí la solución al problema. Sostener que allí está la solución es tan cierto como decir que deberíamos lograr que siempre haya buen tiempo, a la vez que las estadísticas indican que menos del 9% de los accidentes con víctimas fatales se dieron con mal tiempo.
Coincido plenamente con los que sostienen que debemos profundizar nuestro conocimiento de las causas y que para esto necesitamos producir mejor información. Y también conocemos perfectamente que debemos potenciar nuestro esfuerzo en la prevención, en la educación. Pero aquí también sabemos que conocer parece que no es suficiente.
Dice Francesco Tonucci en su libro La ciudad de los niños, “no es cierto que el aumento de informaciones y de conocimientos garantiza el cambio de los comportamientos (…) en la escuela se estudia cómo debería comportarse uno en la calle mientras en la calle los adultos se comportan como si nunca hubieran ido a la escuela”. Esto no relativiza la importancia de la educación en la materia. Pero siempre me acuerdo de un estudio de 2000 que publico la asociación civil luchemos por la vida donde el 92 % de los encuestados sabía que se debe conducir sin alcohol, mientras el 83 % reconocía hacerlo.
La inmensa mayoría de los adultos nos comportamos como si no supiéramos. Estamos informados, pero no hemos aprendido.
Porque podemos no saber con precisión estadística que el uso de teléfonos celulares aumenta en 4 veces la posibilidad de un choque, o que no usar casco triplica el riesgo de sufrir un accidente grave. Pero no creo que no se sepa que no hay que hablar por celular mientras se conduce o que hay que usar casco.
Permítanme un punto más, en la ciudad de Santa Fe, con estudios de observación directa se ha comprobado que en las zonas donde menos controles se aplican más infracciones se cometen. Por lo tanto no sólo se conoce el riesgo de lo que se hace, sino también cuándo lo que se hace puede ser sancionado. Por esto creo que vamos a coincidir que mientras continuamos formando al conductor del futuro debemos controlar y sancionar al infractor de hoy.
Mientras que formamos a los niños y niñas que van en los asientos o transitan por las calles, debemos controlar y sancionar a quienes están tras del volante. El desafío puede expresarse de una manera sencilla. Debemos hacer que algunas cosas se dejen de hacer. No se puede exceder el límite de velocidad, manejar sin cinturón o sin casco, con los niños adelante.
Nuestra tarea, de públicos y privados, debe darse entonces de manera coordinada y sin dudas sobre estos pilares, de manera simultánea.
- Avanzar en la construcción de un sistema más humanizado, con un estudio permanente de las necesidades de infraestructura y la inversión de recursos para lograr responder a estas.
- Profundizar en la tarea de educación.
- Mejorar la tarea de control y velar por la efectiva aplicación de las normas y el cumplimiento de las sanciones que estas prevén.
Nuevamente gracias a todos por este tiempo y este espacio, pero principalmente, por el esfuerzo que están haciendo en función de una problemática tan sencible como la que hoy aquí nos reúne.
Fuentes: -Margie Peden y otros (2004) Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito. Washington: OPS, 254 pp. -Francesco Tonucci. La ciudad de los niños. Un modo nuevo de pensar la ciudad. Buenos Aires. Losada. 2003. -Asociación Civil Luchemos por la Vida www.luchemos.org.ar
Dónde están las promesas que hizo el F.C.y S. al crear un Secretaría de Estado -con rango ministerial- allá por 2007? Dónde están, Escajadillo y Hebe Marcogliese? renunciaron? los premiaron? Todo lo hicieron de la mano de Bonfatti, no de Binner. Barajamos y damos de nuevo? no pasó nada? cuantos argentinos murieron? DÓNDE ESTÁN?