Federalismo fiscal y financiamiento de las Provincias
El federalismo es y ha sido un tema de la agenda política argentina durante años, diría de su historia, ya que está relacionado con la conformación de un modelo de Estado, de un modelo productivo y social, en definitiva de un modelo de país.
Tuvimos la oportunidad de invitar a disertar Oscar Cetrángolo quien es Licenciado en Economía graduado en la Universidad de Buenos Aires y Master of Philosophy (Estudios de Desarrollo) en la Universidad de Sussex (Institute of Development Studies), en el Reino Unido.
Actualmente se desempeña como investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (IIEP BAIRES) y en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF). Es Director de la Maestría en Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Profesor Titular de Finanzas Públicas en la misma facultad.
En una charla organizada por la vicegobernación de la Provincia, el experto en políticas públicas realizó un minucioso análisis en la historia de la estructura de distribución de ingresos en la Argentina entre Estado y provincia.
Aquí pueden ver el video completo de su conferencia
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En mal presentación, hablamos sobre la discusión sobre coparticipación ante las nuevas circunstancias en la que vive el país a partir de la reforma constitucional del ’94: “ hoy es necesario tratar de pensar soluciones para cada uno de los problemas que presenta la distribución de ingresos para con las provincias” ya que “que la nueva coyuntura requiere de un federalismo flexible que atienda las diferentes demandas de cada región y se pueda adaptar a las cambiantes circunstancias que sufre nuestra economía. En este tema, el verdadero cambio se dará cuando con el trabajo cotidiano en todas las áreas de gobierno se logre erradicar la sensación de desconfianza mutua y comenzar un trabajo más cooperativo, en el que se esté dispuesto a resolver los problemas que se presentan día a día”.
Oscar Cetrángolo aseguró que a lo largo de la historia no se ha logrado llegar a un consenso para dicha distribución de recursos entre Nación y provincias y por lo tanto“nada hace prever que pueda llegarse a lograr la sanción de una nueva ley en lo inmediato”. En ese sentido, afirmó que es necesario repensar los términos de coparticipación independientemente de cuestiones partidarias, corrigiendo desequilibrios e incorporando incentivos con políticas sectoriales que atiendan la equidad. Por otra parte, destacó que el sistema previsional juega un rol preponderante en la relación en la dinámica de distribución de ingresos del sistema público.
La ponencia se desarrolló sobre un eje de carácter histórico, analizando la relación entre Nación – Provincia, con la configuración de estados provinciales anteriores a la sanción de la Constitución de 1953 y el periodo que se abre a partir de 1935, donde comienzan a implementarse leyes relacionadas a la coparticipación de las provincias en la recaudación fiscal, para avanzar sobre la situación actual.
En ese sentido, sostuvo que existen dos problemas estructurales que afectan el funcionamiento del federalismo argentino: Uno es el financiamiento de políticas sociales compensatorias y la atención de los desequilibrios productivos: “es por esto que debe trabajarse en la corrección de las deficiencias observadas en el proceso de descentralización del gasto social. Impulsada por urgencias fiscales, la Nación terminó por desentenderse de las políticas de compensación y coordinación del gasto social, con un fuerte impacto negativo sobre la equidad. La solución de estos problemas requiere, previamente, el diseño de políticas sectoriales, lo que fue encarado durante los noventa en materia de educación y se está discutiendo actualmente en materia de salud. Pero, si se quiere que esas iniciativas prosperen, el futuro esquema de transferencias debe tomar nota de esas políticas e incorporar en el debate sus necesidades financieras”.
A modo de conclusión dijo que: «La nueva coyuntura necesita de un federalismo flexible que atienda las diferentes demandas de cada región y se pueda adaptar a las cambiantes circunstancias que sufre nuestra economía. En este tema, el verdadero cambio se dará cuando con el trabajo cotidiano en todas las áreas de gobierno se logre erradicar la sensación de desconfianza mutua y comenzar un trabajo más cooperativo. Ello requiere de funcionarios que, en el día a día, estén dispuestos a resolver los problemas que se presenten. Tiendo a pensar que éste no es el momento de introducir reglas de mediano plazo. La próxima vez que introduzcamos reglas debemos estar seguros de poder cumplirlas.»