Jorge Henn

— Jorge Henn

La necesidad del diálogo ante la crisis económica

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Artículo publicado en el Diario «La Capital» 9 feb 14

Dialogar entre los actores políticos, sociales y económicos es prioritario. Las recorridas por localidades y barrios; las charlas con ciudadanos, con dirigentes sociales y políticos y con los medios de prensa reflejan esta realidad.

La crisis económica que nos está golpeando, autoinfligida por el gobierno nacional, requiere de esta dinámica de intercambio de ideas y de toma de decisiones consensuadas. En eso nos comprometemos los partidos políticos de la oposición nacional, pero principalmente los integrantes del Frente Progresista.

Si analizamos las principales cuatro crisis que atravesó el país en los últimos cuarenta años, la falta de colaboración, o el extremo enfrentamiento interno, fueron la constante en la incapacidad de su resolución. Este aspecto es fundamental, pues una dificultad de esta índole, que se agrava, implica una ciudadanía que debe pagar los costos para salir de la misma. Llegar más al fondo del pozo solo beneficia a los que están arriba.

En dos de estos procesos gobernaba el PJ, en dos la UCR compartiendo en una la situación con los otros partidos de la Alianza.

La primera se desató en 1975, con una terrible sinergia entre crisis y violencia política del partido gobernante y crisis económica, nacional e internacional. Al derrumbe del gobierno justicialista, que no tuvo modo de proponer un diálogo constructivo para hallar una salida, se le sumó el golpe de Estado más sangriento de nuestra vida institucional.

La segunda crisis, en el período 1989-1990, mezcló las debilidades de un sistema político que buscaba consolidarse, con las falencias de una economía en franco deterioro. La novedad no fueron las viejas asonadas militares, aunque las hubo, sino lo que los propios medios llamaron «golpe de mercado». Y es así como los procesos hiperinflacionarios y los saqueos del final de gobierno del radicalismo y los meses iniciales del de Menem, mostraron otra vez la falta de diálogo en la clase política.

Nuestro tercer momento definitorio, que aún sigue marcando nuestras conductas individuales y sociales, fue la brutal salida de la convertibilidad en 2001. Una alianza de gobierno debilitada en su conformación, que tuvo un fuerte rechazo electoral de la ciudadanía, sólo condujo a una situación que con posterioridad postró a más de medio país en la pobreza. Nuevamente faltó el diálogo y los gobernadores fueron los árbitros de ese final anunciado.

En estos días nos enfrentamos a otra crisis y volvemos a recordar con crudeza nuestros comportamientos aprendidos en las anteriores circunstancias. La falta de incentivos de las políticas económicas nos llevan a acortar las expectativas temporales. Los salarios se debilitan y hay incertidumbre en todos los sectores.

Por esto debemos tomar uno de los aprendizajes de las crisis anteriores: cuando la clase política no logra establecer un diálogo constructivo es muy probable que los sectores económicos que ganaron en esas circunstancias anteriores vuelvan a ganar, y quienes perdieron lo hagan otra vez.

Así, se debe propiciar un urgente diálogo para la resolución de los problemas económicos que enfrentamos, dando cabida al debate en las instituciones de la democracia. Estas son el marco en el cual la clase política debe realizar este ejercicio, así lo facilitará, lo encaminará, le colocará límites.

15 comentarios
  1. MARTA dijo: 11 febrero 2014

    Hola Jorge. Muy bueno tu comentario. Pero para que haya diálogo siempre tienen que ser dos. Con este gobierno nacional no se puede. Además para dialogar primero hay que reconocer los errores; para eso el el diálogo para reparar y consensuar.
    Cuando existen la soberbia, el echar la culpa siempre al otro, no reconocer que se equivocaron de camino…. es difícil.
    Aún tengo la esperanza como la tuve siempre que esto puede cambiar. Para que esto se dé, deben venir políticos con ideas nuevas y que los que ya están en el final de su trayectoria, los escuchen. Es por eso que todavía creo en algunos políticos, vos por ejemplo que, a pesar de todo, te supiste abrir paso ante la adversidad que lamentablemente, parte de nuestro partido te puso en el camino. Espero estés bien y podamos vernos pronto. Siempre a tu disposición y con la ilusiòn de este slogan «JORGE HENN – CANDIDATO A (GOBERNADOR O INTENDENTE). Por supuesto ahí estaremos colaborando en la campaña y en lo que necesites.
    Con respeto, admiración y el cariño de siempre :
    MARTA ZEN.

  2. Eduardo Tuñón dijo: 11 febrero 2014

    El diálogo es necesario no solo en los momentos de crisis, cuando todos los caminos tienden a cerrarse o se tornan empinados. El diálogo debe existir en todo momento, ejercitarse desde el seno de la propia sociedad para poder exigírselo a los dirigentes y gobernantes de turno.
    La falta de concenso en la clase dirigente nos desnuda como comunidad, muchas veces intolerante con lo que piensa el otro.
    Como en todos los aspectos de la vida la falta de diálogo, parte de una falta de educación terrible a nivel social.
    Debe ser un compromiso de la sociedad toda (dirigentes y comunidad) ir revirtiendo esta carencia.

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Totalmente de acuerdo Eduardo. Gracias por tu comentario. Jorge

  3. Carlos Werlen dijo: 12 febrero 2014

    Jorge tengo 50 años casi y lamentablemente estoy cada vez mas decepcionado de la clase política, de la mayoría rescato 3 o 4. Siempre lo mismo, el personalismo, el hacer cierta cosa y porque el otro hizo lo mismo, hace todo lo contrario. Yo hoy votaría por que se vallan todos, pero que no vuelva ninguno. El tema es que no hay prácticamente alternativas. Saludos. Que Dios nos ilumine y ayude.

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Carlos, creo que el personalismo es un problema que atraviesa a todos los partidos en la argentina. Es un tema cultural que trasciende a los políticos me parece. Todos tenemos responsabilidad en construir organizaciones e instituciones que estén por sobre las personas. Un abrazo

  4. norberto carlos yosef dijo: 12 febrero 2014

    Ya que usted pidió que opináramos, pues bien le doy mi humilde opinión, «quizás algo de valor tenga».

    Lo que usted escribe es cierto, yo he vivido y conozco a fondo, los procesos que ha señalado, «pero es descriptivo», porque proponer «al dialogo» como «instrumento racional», para ver ¿Que «idea» podemos «descubrir», para cambiar la realidad, es una invitación «natural» de la política. Creo que nadie duda, de que en la actual argentina, el dialogo es ese instrumento. Yo creo que la Presidenta y más allá de las chicanas, también lo considera y creo en ello, quiero aclarar que yo soy «Cristinista únicamente», ya me canse de «los partidos», mañana quizás pueda volver a ser «alfonsinista» o vaya uno a saber que líder tengamos. Y si lo soy, (Cristinista) es porque me da «placer mayor», ver como una colega con «su mágico relato», aplasta a un montón de políticos fascinerosos, mediocres e idiotas, que no son capaces de hilvanar 2 frases y mucho menos son capaces de llegar al alma del pueblo ¿Se entendió?, no lo incluyo a usted, caso contrario no le estaría escribiendo y menos aun a esta hora de la noche, que son mis horas de escritor.

    Ahora bien, el problema esta en que si dialogar, es estar «peleando una mayor o menor tajada» en los presupuestos públicos. ES UN DIALOGO QUE NO TIENE SENTIDO, porque la ciudadanía ya sabe a que «barril» conduce.

    El asunto, desde mi humilde opinión, es tener «nuevas ideas» que no sean ambiguas e imposibles de realizar , las revoluciones «verdaderas», no solo se llevan a cabo con principios y valores que no pueden faltar, sino con cambios OBJETIVOS dentro de las infraestructuras sociales.

    Dos ejemplos, de mi parte u opinión y finalizo este comentario. Desde la época de las Asambleas populares (año 2002) yo vengo bregando y luchando tanto por la difusión del cooperativismo de trabajo, como por las Redes cooperativa Pymes, esta ultima LA ÚNICA OPCIÓN, para recuperar a la clase media de «antes», no la de ahora, que son «los empleados públicos de cierto nivel».

    ¿Cree usted que a los de la UCR, a los PJ , al PS, o a los etc, les interesa?, si alguien demuestra interés, en estos temas que mencione generalmente es de la «boca para afuera» o sea «chamuyo». entonces para que perder tiempo ¿en dialogar?

    Otro de los temas CENTRALES, que es lo que yo explico en mis charlas como «éxodo urbano», que es llevar o vaciar Santa fe y Rosario, de la gente de la periferia o no tanto, hacia la ruralidad, «nuevos pueblos o miniciudades», para que las ciudades «grandes» no resulten cronicamente y sistemicamente deficitarias.

    Ahora bien, cuantas cooperativas de trabajo o redes pymes, genero el gobierno provincial desde que son «oficialistas», PREGUNTESELO, yo ando en la calle, conociendo a todos los «cooperativistas», las comillas porque hay muchos (a igual que en el gobierno nacional»), que reciben subsidios, para justificar planillas, PREGUNTESE, cuantas empresas han surgido, con el «polo tecnológico», a pesar de que allí también hay una «canilla con subsidios». PREGUNTESE, ¿Cuanto invirtió el estado provincial y también el nacional, para hacer que la gente pueda volver a la ruralidad, ¿Sabe cuanto puede valer, cada nueva miniciudad o pueblo, conforme el diseño que hemos realizado con algunos «muchachos y correligionarios», y en base a determinadas condiciones, QUE TIENEN RESPALDO CONSTITUCIONAL de la provincia, (ar 26/28 etc), el valor es nada mas que 20 millones de dolares, es decir una SUPERLIMOSNA, comparado con los presupuestos anuales que en nuestra cooperativa se estudian, para saber como evoluciona la cuestión, ¿Cuantos años ya pasaron de gobierno socialista y radical? y también nacional, ¿los resultados?

    Aquí la cuestión, estimado Henn, ya no pasa (en mi humilde interpretación) por si se elige a los justicialistas, a los radicales, a los socialistas o a etc. a los cuales obviamente NECESITAMOS COMO PUEBLO, porque alguien tiene que gobernar, NO SE PUEDE PONER A LOS PAYASOS, como Del Sel y más allá del respeto como persona.

    Aquí la cuestión, ademas DEL DIALOGO, sin duda alguna ES EL CAMBIO DE SISTEMA, insisto y no tanto el dialogo, ¿Para que el dialogo?, para discutir una porción del presupuesto (ja, ja, ja), NECESITAMOS POLÍTICOS QUE LIDEREN PROCESOS DE CAMBIO REAL, es decir que se la jueguen, las consignas de Cooperativismo y nuevos pueblos, no son consignas cualquieras.

    Binner hablo de los pueblos y de la necesidad de revitalizarlos, a su vez la presidenta también (he INCLUSO EN LA CELAC, este año) habla de la «industrialización de la ruralidad», etc, etc, ¿Y los resultados?.

    A ver si se entiende, es SIMPLE y REVOLUCIONARIO, nada mas que 50 pueblos nuevos bien distribuidos a lo largo y ancho de la provincia, con toda la tecnología disponible, a 10.000 habitantes cada uno, son 500.000 personas movilizadas y puestas a TRABAJAR, allí se termina el narcontrafico, la inseguridad y todas las demás BOLUDECES, de la que viven hablando los medios y repiten como loros la mayoría de la población, que obviamente que de la política, del dialogo y de sus dificultades no tiene la menor, de las ideas.
    En fin, el tema da para mas, desde mi humilde opinión, mas que «dialogar» o sugerir al dialogo como instrumento, hay que hacer.

    Yo con cierta vocación, y humildad, estoy haciendo, ejemplo comentar su nota, es hacer.

    Pero el problema de los argentinos, que cualquier funcionario de medio pelo, cuando uno pide una entrevista y hace propuestas, tienen actitudes de vanidad como si fueran Bill Gates, en cambio si al funcionario X, lo cita el gobernador o algún ministro, acuden moviendo la cola como perritos y lamebotas, por lo tanto el DIALOGO, es un problema cultural, y es sinónimo de política.

    Reitero el tema da para mas, si le llegara a usted interesar, el tema cooperativo y/o el de los nuevos pueblos o miniciudades, le sugiero visitar el sitio web http://www.librolahumanidad.com.ar bajar los capítulos gratuitos y leer específicamente el capitulo 23, aquí en Santa fe, ya estamos trabajando de a poco. Hay otros sitios web mas, pero bueno tampoco puedo escribir todos.

    En otras provincias y países, ya nos mandaron saludos y agradecimientos por las ideas. Finalizando, considero que EL DIALOGO, es condictio sine qua nom, para generar cualquier proceso ya sea de gestión o de transformación, pero no para sacarse fotos e impactar electoralmente en la opinión publica, eso YA FUE, es obsoleto, la cuestión ahora es mas grave, y las soluciones ya no pueden ser coyunturales sino ESTRUCTURALES o sea SISTEMICAS.
    En fin, le mando mi saludo y tenga usted suerte en su carrera política

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Gracias Norberto por haber dedicado su tiempo a este diálogo. A los hechos me remito, Ud y yo estamos intercambiando ideas, quizás desde ideas diferente, pero esto no es una barrera que impida encontrar puntos de acuerdo. Un detalle le quiero señalar, creo que los «ismos» son un problema para la democracia, prefiero que sigamos ideas, organizadas en partidos a que idolatremos personas. Saludos cordiales

  5. Ruben Panotto dijo: 12 febrero 2014

    Su reseña es correctamente política, y es imposible no estar de acuerdo con esa historia reciente. No obstante no le llamaría «crisis económica», sino integralmente política, ética y moral. Estamos escuchando que la crisis no se puede detener, por falta de confianza y credibilidad de la gente para con sus gobernantes y referentes políticos, intelectuales y partidarios. Adhiero a su proclama V.Gobernador, porque conozco los resultados cuando los que estan en el poder, declinan en sus sobervias y acceden con humildad y respeto a escuchar a los otros. Se me ocurre que darle vida y factibilidad a este diálogo, sería formando mesas de trabajo, con reprentantes sociales, ONG´S, y vecinos, junto a los legisladores, intendentes, concejales y clase dirigente, para que escuchen de primera mano! las opiniones y propuestas de la gente. La primer pregunta que tenemos que responder es: La dirigencia en toma de decisiones busca ¿el amor al poder? o ¿ el poder del amor?. Quedo a disposición para contribuir a su propuesta.

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Gracias Rubén, desde que asumí vengo haciendo reuniones periódicas con organizaciones sociales, ong de todo tipo, sobre todo para escuchar sus puntos de vista. Lo hacemos en el recinto del senado y realmente es muy enriquecedor tener ese contacto directo. Un saludo y gracias.

  6. mabel rodriguez dijo: 12 febrero 2014

    Conociendo tu personalidad y tu forma de trabajar y de actuar en la vida y en la política, apoyo tu iniciativa al diálogo, pero creo que es difícil porque los dirigentes políticos y los «empresarios nacionales y regionales» tampoco saben dialogar, bajar sus intereses personales e individuales y ponerlos al servicio de la Patria, o de su provincia o región. Nos falta a todos los argentinos y santafesinos entrar en razón y pensar que solamente unidos e intercambiando ideas «realizables y concretables» podremos cambiar la realidad.
    Igual siempre he confiado y lo sigo haciendo, en tus ganas y tu dedicación. Suerte Jorge, siempre con vos!!

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Gracias Mabel por el afecto y la confianza. Un abrazo grande

  7. Carlos Caffaratti dijo: 12 febrero 2014

    Cuando hablamos de diálogo, o de la necesidad del diálogo, a primera impresión suena similar a hablar de la necesidad de saber leer y escribir, o la necesidad de estudiar. Son verdades consagradas e irrefutables. No existiría la sociedad como hoy la conocemos, sin el estudio, sin la lecto-escritura, o sin el diálogo.
    El diálogo aparece como la instancia ideal de comunicación para la construcción. No es: te informo, ni es: te leo, es: intercambio.
    Aceptado el diálogo como imprescindible y definido como intercambio, parecería extraño que no se dé.
    La pregunta es ¿por qué?
    Y las posibles respuestas son las que vale el esfuerzo analizar.
    En una situación de no-diálogo, la primera respuesta inmediata de un involucrado aparece como: “- no hay diálogo porque el otro no quiere dialogar”

    Luego de algunos instantes de análisis, seguramente aparecería una respuesta menos primaria y más sostenible: “- no hay diálogo porque el otro quiere imponer…”, y aparecerían también un conjunto de respuestas satélites: “- el otro no quiere escuchar…” , “- el otro quiere hacer su voluntad…”, “-el otro no dialoga porque no está dispuesto a ceder o negociar…”

    Y por ahí le vamos encontrando la madre al borrego… la aparente falta de diálogo, quizás sea producto de la falta de argumentos que permitirían sostener una posición.
    Y cualquiera de todos esos argumentos básicos lo podrían llegar a manifestar, sin cambiar un punto o una coma, cualquiera de las dos partes en cuestión.

    Y si antes teníamos “la pregunta”, ahora tenemos la pregunta “del millón”:
    ¿quién es el que no quiere dialogar? o,
    ¿quién es el que no puede dialogar?…
    En esta instancia, suponiendo pudiese existir la imparcialidad y objetividad de un observador externo, podría decir:
    La oposición dice que quiere el diálogo, pero en realidad lo dice sin propuestas, por lo que no quiere el diálogo, sino lo que quiere es imponer cualquier cosa que –haga oposición- tal cual es su carácter…
    Sería interesante saber quiénes se definen realmente como oposición, y quienes podrían redefinirse como: “alternativa de construcción”, en cuyo caso, su fin no sería oponerse sino sería construir…
    Y si la alternativa sería construir, y como habíamos definido al diálogo como instancia ideal de construcción, el diálogo sería posible solamente con quienes se definan como alternativa de construcción, y no con quienes se definan como oposición…ya que éstos, por definición, “se oponen”…
    Luego tenemos también otras características que posicionan y definen la capacidad, o no, de dialogar, por ej.:
    Quienes tienen propuestas para construir podrían dialogar, quienes no la tienen… ¿para qué dialogar?
    Quienes no fueron elegidos para conducir, podrían no tener cabida en la construcción…si no, hubiesen sido elegidos… entonces ¿por qué dialogar?
    Quienes tienen egoísmos y actitudes soberbias, suelen no dialogar, y esto se da tanto en el rol de oficialismo, como en el rol de oposición.

    Y la conclusión primaria podría ser: el diálogo se puede dar solamente entre dos instancias dispuestas a hacer una construcción común, sin soberbias ni mezquindades….Y aparece la pregunta de los “mil millones”…. ¿existen dos instancias dispuestas a hacer una construcción común? Y si no existen, tendremos (y en el “tendremos” incluyo la primera persona…) tendremos que re-definirnos, para buscar objetivos comunes, sin soberbias ni mezquindades -todas las partes en cuestión- porque será la única forma en que podremos construir en conjunto.

    Mientras tanto, los que están en el poder (nacional, municipal y provincial, todos) mantienen la soberbia de los votos, la soberbia del “fui elegido”, y los que están en la oposición mantienen ese carácter mezquino, egoísta y simplificador, de “opositor”, de no tener propuestas, de pensar que se los debe escuchar mientras –simplemente- se oponen, o de pretender que otros (los votados) asuman sus ideas…ideas que ellos no pudieron hacer respaldar en las urnas…

    Para finalizar, no existe una situación genuina de “falta de diálogo”, porque no se puede reclamar diálogo si se quiere imponer ideas, o si se quieren negociar propuestas o proyectos que la gente no votó. Y ambos lados del mostrador son responsables de esta situación. Acerquemos las partes a un proyecto común…y seguramente las dos partes iniciarán el diálogo en forma natural.
    Un abrazo Jorge, y busquemos objetivos comunes, así podremos dialogar.

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Gracias por su extenso comentario Carlos, hay muchos conceptos, pero permítame decirle que el diálogo que propongo no es un abstracto ni una táctica política. Es la esencia de un sistema representativo y democrático. Es la forma de construir consenso y tomar decisiones que afectan a la vida de la gente, y que en muchísimos casos trascienden a quienes temporalmente están en el gobierno. Es una obligación del cualquier representante del poder ejecutivo en todos los niveles escuchar a la oposición para buscar que las decisiones tengan el mayor consenso posible. Un abrazo

  8. Mercedes Curutcchet dijo: 16 febrero 2014

    Aplaudo su invitación y apertura para que los ciudadanos opinemos y nos escuchen,ya que es tan importante» la escucha».Reitero, gracias por generar ese espacio….
    Considero que la situación que estamos viviendo, es muy importante, estamos transitando por los 31 años de vida democrática( de la cual hay que mejorar muchos aspectos pendientes), somos soberanos económicamente( no tenemos deuda externa), contexto real muy favorable por estas dos condiciones. Pero, como usted describe en el relato histórico de los hechos,en esos períodos nos arrebataron a los ciudadanos el poder de decidir en todas las dimensiones de una vida democrática, desde lo político, lo social y ahora van por lo económico. Son quienes no entienden, en este sistema capitalista salvaje, el poder está en los ciudadanos y no en ellos los grandes monopolios.Es por ello, que considero, que más importante que el diálogo(que por supuesto es fundamental en una democracia) es la unión y la solidaridad con las instituciones y gobernantes, que elegimos para delegarle por un período nuestro poder como ciudadano. Y como una avalancha, todos juntos defender nuestro poder, el poder de los ciudadanos y no el de algunas corporaciones y grupos económicos que hace mucho tiempo vienen decidiendo nuestro destino, como usted bien lo describió en el recorrido histórico señalado. Ese es el cambio de la clase política, dejar de sostener su interés particular en pos del bien común.

    • Jorge Henn dijo: 23 febrero 2014

      Gracias Mercedes, comparto plenamente tu comentario. El díalogo es la herramienta de la democracia, para construir consensos a partir de las diferencias naturales que existen sobre cómo gestionar un gobierno. Y los políticos estamos circunstancialmente con la responsabilidad que nos dan los ciudadanos, por tanto tenemos que rendir cuentas de ello. Un abrazo

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